El autor analiza dos aspectos de la actual regulación eléctrica: por una parte, el concepto de la “calidad del servicio”, destacando su contenido global, en el que se contendría el objetivo íntegro del servicio público eléctrico; y, por otra, la necesidad interpretativa, desde el punto de vista jurídico, de situar los problemas y casos en algunos de los principios reales del servicio público eléctrico: continuidad, regularidad, obligatoriedad y seguridad.